Los trapos blancos son herramientas de limpieza fabricadas con materiales absorbentes y suaves, como algodón o mezclas de algodón y poliéster. Se utilizan para una variedad de tareas de limpieza en entornos industriales, comerciales y domésticos, desde la limpieza de superficies hasta la absorción de líquidos y el pulido de objetos.

Los trapos blancos ofrecen varias ventajas, incluyendo una alta capacidad de absorción, suavidad para no rayar superficies delicadas, durabilidad para resistir múltiples usos y lavados, y versatilidad para adaptarse a diferentes tareas de limpieza.

Sí, los trapos blancos son ideales para limpiar superficies delicadas como vidrio, acero inoxidable y madera, ya que son suaves al tacto y no dejan pelusas ni residuos.

Se recomienda lavar los trapos blancos con agua caliente y detergente suave para eliminar la suciedad y los gérmenes. Evita el uso de suavizantes de telas y blanqueadores fuertes, ya que pueden afectar la absorción y la suavidad del trapo. Seca los trapos al aire libre o en secadora a baja temperatura.

La vida útil de un trapo blanco depende del nivel de suciedad y el tipo de tarea de limpieza para la que se utiliza. Sin embargo, con un mantenimiento adecuado y lavados regulares, los trapos blancos pueden durar varios meses o incluso años antes de necesitar ser reemplazados.